Gato se detuvo. En el silencio que siguió podía sentir la sangre circular en sus piernas, podía oírla en sus orejas. Entonces escuchó un golpe seco y sordo. Conocía ese sonido. Era Liebre. Gato se agazapó, el vientre pegado al suelo, y se deslizó hacia adelante como una macha de aceite.
Gato salvaje/Peter Parnall ; ilus. de Luis Fernando Enríquez ; trad. de Paloma Villegas—México : FCE, 1994.
152 pp. : ilus. ; 15 x 19 cm.—(Colec. A LA ORILLA DEL VIENTO)
1.Literatura Infantil
LC PZ7 Dewey808.068 P534g